martes, 18 de septiembre de 2012

Dulce

Cuando suena el punteo en slide en la guitarra que brote la sangre con cada nota que rebana la piel hasta que el brillo carmín recorra el diapasón, allí sabre el dulce esfuerzo que deja el dolor en mi mano, dibujando escalas entre la oscuridad, cerrando los ojos y por momentos volar, sonriendo a la nada mientras las gotas bajan por mis dedos hasta la muñeca, se siente como fuego que arde desde adentro, felicidad pura con su sonido casi grotesco, lento como la muerte, brillante como el infierno, casi siento como el ambiente se pone denso y frunzo el ceño mientras entre el humo de lo que fumo sueño, vuelo y canto desafinado, inventando historias con el diablo, jugando a la hoja que cae del árbol a la deriva, miel de otoño roja como mis ojos, despertare de mi trance y bailare de nuevo en las calles desafiando las caras que se queden mirando, esperando encontrar ese tu rostro entre las masas, solo para sonreír con los ojos abiertos y seguir caminando con el fuego en mi mano.