jueves, 21 de agosto de 2014

Cabeza de piedra (cabeza de siempre)

Ahogado y taciturno se pierde mi cabeza la piedra en el lago. Una murria se apodera del alma y el frió amenaza la piel como el filo de una navaja, recuerdos y melancolía queda después del silencio, “escalofríos y sudor”, los ojos abrumados y sin llanto pues ya otras noches hicieron estragos  en ellos, el corazón en su palpitar una nostalgia de vals que se baila lento y trágico, el nudo en la garganta, las manos pesadas, caris bajo en el camino, pensando en el regreso pateando piedras al futuro, destrozando ventanales y mirando mi reflejo en los cristales rotos, al final la luz del amanecer  es la que se apodera de la carne, la que hace renacer, volver a levantar la mirada para volver a empezar otra vez a caer.

Camilo Marin Angel - Desde Marrique

No hay comentarios: