
Seré simplemente el DJ de los licores que mezclara y distorsionara tu noche para que goces la estupida música electrónica, la danza de los ridículos, el sonido plástico ignorante y tonto a comparación de los sonidos bestiales, sutiles, de las melodías de Bach, Beethoven, Handel, Tchaikovky, el que te dará la dosis de adrenalina y sabor en copas de cristal o quizás un vaso desechable que te acompañe parte de tu fiesta, tu ritual nocturno, seré una sombra oculta, sin nombre, no me conoces, pero te daré de beber alegrare el instante en el que cortejas tu querida dama, el momento, y me rió de ti ridículo que le llevas a la mesa a una total desconocida un cóctel con esperanza de establecer una conversación y pedir su numero de teléfono, estupido y ridículo acto, para que te dejen como un baboso ante tus amigos “el varón” no que aremos pues, yo me iré a gozar los ruidos extremos del metal las melodías de las guitarras de acero las cabezas mutiladas de pasión, y beberé el fruto de mi trabajo hasta morir.