Deja
que llueva en mi rostro hasta el amanecer cuando los pájaros nos caguen las
cobijas y el sueño se derrumbe con la realidad de una vida empantanada,
cortando las flores para fumar y rasgando libros sagrados, el despertar
no trae esperanza por lo contrario me dibuja sombras y días fríos donde el agua
llega a mis oídos impidiéndome escuchar su voz, las olas de lagrimas que difícilmente
me dejan respirar acompañan cada uno de mis difíciles pasos tocando el fondo,
casi floto sobre una pequeña superficie de estragos que flagelan mis pies
descalzos, la sal del llanto se adhiere a las heridas que hablan rosa, el dolor
se convierte en un poco mas que placer, ese mismo que me hacia soñar contigo,
el corazón late mas y mas fuerte, a punto de estallar, mis ojos tratan de desorbitarse
y la mirada se nubla en cada paso, la muerte llega como el aire del final, ya
escucho las trompetas del infierno, como el fuego se va apoderando de mi piel,
la huesuda muerte entre la oscuridad que me invade me estira su huesuda mano con
una sonrisa vaga trata de iluminar mi rostro pero ya es tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario