Volver a buscar su sonrisa en
medio de la noche, multitudes de rostros desconocidos que secuestran la mirada
por un instante solo esperándote ver… va llegando la media, y me voy rindiendo,
las sombras de las columnas serán el escondite a mis tristezas, escribiendo
canciones que no quieres escuchar, e imaginando como te podría besar el hombre
que te toma de la mano, se nubla la mirada, marchas de lagrimas recorren el
rostro dibujando cascadas que se congelan con el frio de mi esperanza, no muere
mi soledad porque no mueren mis sentimientos, al contrario se hacen más fuertes
las ganas de esperar sentado en el mismo corredor donde escribo, bebo, fumo y
muero solo, mirando pasar los corazones unidos y las ganas de los otros
mientras sonrió sutil y ebrio, hasta el día de tu llegada. Mis huesos tiemblan
por el simple pensar de mis dedos recorriendo tu cabello, salta el corazón queriendo
abrir el pecho, los músculos se relajan dejando llevar mi cuerpo por pesadillas
en vida, momentos que nacen del temor de perderte para siempre, de morir con el
anillo de nuestro amor apretado en mi mano, esperando. Mañana empieza de nuevo
esta misma historia, y buscare tu rostro en la calle, y luego me sentare a
prender fuego a un cigarrillo barato mientras vuelvo a escribir como el solitario
faro.
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